Tu deseo es la Oración, si el deseo es continuo, continua es la Oración. Porque no en vano dijo el Apóstol:OREN SIN CESAR (1 Tes.5,7). Pero sin interrupción. Pero existe otra oración interior, sin interrupción, que es el deseo. Si no quieres interrumpir tu oración, no interrumpas tu deseo, tu deseo continuo es tu voz continua. Para San Agustín, una cosa es la Oración y otras las palabras con que oramos, las plegarias con que podemos expresarlas. Las palabras son sacramentos de nuestra oración, son signos de nuestro deseo más íntimo, "Cuando oramos a Dios, sea con la boca, cuando es necesario, o en silencio debe clamarse con el corazón". Se clama con todo el corazón cuando uno no se distrae en cosa alguna."Se canta de verdad un Salmo cuando lo ejecuta el corazón del que lo canta".
Muchos teniendo la boca cerrada, son oídos y muchos otros, a pesar de sus gritos no lo son.Debemos orar con los afectos.
La Oración, no es una cuestión de fórmulas y palabras, sino de vida y corazón. La voz de mi Oración, la vida de mi Oración; no es lo que suena en mis palabras, sino aquello por los que ellas viven, los demás ruidos sin alma se pueden llamar sonidos, pero no voces. Se puede tener el sonido de la Oración, más no la voz, porque allí no hay vida.
El deseo de Dios que viene continuamente al encuentro del hombre sediento se expresa en la oración-gemido con la que concluye la Biblia:"¡MARANATHA! ¡ VEN, SEÑOR JESÚS! (Ap. 22,20).
ALABA Y BENDICE AL SEÑOR, TU DIOS, TODOS LOS DÍAS DE TU VIDA, PARA QUE CUANDO TERMINEN TUS DÍAS Y LLEGUE ESE DÍA ÚNICO SIN FIN, VAYAS DE ALABANZA EN ALABANZA.
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1 comentario:
Querida Susana:
El deseo continuo es una Gracia, que cambia el deseo por anhelo del Alma. El anhelo de estar con el Amado!
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