18 abril 2012

Descanso en Dios - Antonio

Hoy pedimos descanso y una quietud que las apariencias del mundo no puedan
perturbar.Pedimos paz y tranquilidad en medio de todo el torbellino nacido de
sueños Conflictivos. Pedimos seguridad y felicidad, aunque lo que parece que
vemos es peligro e infortunio. Y disponemos del pensamiento que responderá a
nuestra petición con lo que pedimos.

Descanso en Dios. Este pensamiento te brindará el descanso y el sosiego, la paz
y la quietud, así como la seguridad y felicidad que buscas. Descanso en Dios.
Este pensamiento tiene el poder de despertar la verdad durmiente en ti que
posees la visión que ve más allá de las apariencias hasta esa misma verdad en
todo el mundo y en todo lo que existe. He aquí el fin del sufrimiento para el
mundo entero y para todo aquel que jamás haya venido o haya de venir para estar
aquí por algún tiempo. He aquí el pensamiento mediante el cual el Hijo de Dios
nace de nuevo para reconocerse a sí mismo.

Descanso en Dios. Completamente impávido, este pensamiento te sacará adelante a
través de tormentas y luchas, más allá del infortunio y del dolor, de la pérdida
y de la muerte, y te llevará a la certeza de Dios. No hay sufrimiento que no
pueda sanar No hay problema que no pueda resolver. Y no hay apariencia que no se
convierta en la verdad ante los ojos de vosotros que descansáis en Dios.

Este es el día de la paz. Descansas en Dios, y mientras los vientos del odio
dividen el mundo, tu descanso permanece imperturbable. Tuyo es el descanso de la
verdad. Las apariencias no te pueden perturbar. Exhortas a todos tus hermanos a
que se unan a ti en tu descanso, y ellos te oirán y vendrán a ti porque
descansas en Dios. No oirán ninguna otra Voz excepto la tuya porque tú le
entregaste tu Voz a Dios, y ahora descansas en Él y dejas que Él hable a través
de ti.

En Él no tienes inquietudes, preocupaciones, agobios, ansiedades o dolor, ni
miedo al futuro ni remordimientos por el pasado. Descansas en la intemporalidad,
mientras que el tiempo pasa de largo sin dejar marca sobre ti, pues nada puede
jamás alterar tu descanso en modo alguno. Descansa hoy. Y según cierras los
ojos, sumérgete en la quietud. Permite que estos periodos de descanso y respiro
le aseguren a tu mente que todas sus frenéticas fantasías no eran sino los
sueños de un delirio febril que ya pasó. Deja que tu mente se aquiete y acepte
con agradecimiento su curación. Ahora que descansas en Dios ya no vendrán a
rondarte sueños de terror. Dedica tiempo hoy a ir más allá de los sueños, hasta
llegar a la paz.

En los descansos que hoy tomas cada hora, una mente fatigada de repente se
alegrará, un pájaro con las alas rotas romperá a cantar y un arroyo por largo
tiempo seco manará de nuevo. El mundo renace cada vez que descansas y recuerdas
cada hora, que viniste a brindarle la paz de Dios al mundo a fin de que pudiese
descansar junto contigo.

Cada vez que hoy descansas cinco minutos el mundo se acerca más a su despertar.
Y el momento en que lo único que haya sea descanso se acerca más a todas las
mentes cansadas y exhaustas, demasiado agotadas ahora como para poder seguir
adelante solas, Y estas mentes oirán al pájaro cantar otra vez y verán el
manantial manar de nuevo, y con renacida esperanza y renovado vigor marcharán
con paso ligero por la senda que de súbito parece más fácil de recorrer según
siguen adelante.

Hoy descansas en la paz de Dios, y desde tu descanso exhortas a tus hermanos a
que encuentren el suyo y descansen junto a ti. Hoy serás fiel a tu cometido, al
no olvidarte de nadie e incluir a todos en el infinito circulo de tu paz, el
sagrado santuario donde reposas. Abre las puertas del templo y deja que tus
hermanos distantes y tus amigos más íntimos vengan desde los mas remotos lugares
del mundo, así como desde los más cercanos; invítalos a todos a entrar y a
descansar contigo.

Hoy descansas en la paz de Dios, tranquilo y sin miedo. Cada uno de tus hermanos
viene a descansar y a ofrecerte a ti su descanso. Descansamos juntos aquí, pues
así es como nuestro descanso es total, y lo que hoy damos ya lo hemos recibido.
El tiempo no es el guardián de lo que damos hoy Damos a los que aún no han
nacido y a los que ya partieron, a todo Pensamiento de Dios, y a la Mente en la
que estos Pensamientos nacieron y en donde descansan. y les recordamos su lugar
de descanso cada vez que nos decimos a nosotros mismos: 'Descanso en Dios'



Antonio

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