18 abril 2012

Disponernos a orar - Graciela Moranchel


Queridos amigos meditadores:
 
Orígenes fue uno de los más grandes "sabios" de la Iglesia primitiva. Su amor por Cristo, por la Palabra de Dios y por la oración fueron los motivos más importantes
que lo impulsaron a trabajar incansablemente, enseñando a otros a profundizar
en los textos sagrados, señalando que no existe un "sólo" y "único" sentido en la interpretación de la Biblia, sino que, como "Palabra Viva" debe ser meditada desde el corazón para que podamos "hacer carne" el mensaje de salvación que contiene. También nos enseñó a prestar atención a las "disposiciones" con las cuales es necesario prepararse para orar.
 
Desde mi experiencia personal, es verdad que cuando uno está alterado por las cuestiones estresantes de la vida, primero tiene que entrar en la quietud para poder orar. Una mente agitada sólo provocará que nos sea casi imposible prestar atención a nuestra palabra sagrada. ¡La mente es tan difícil de dominar!
 
En esos casos, es bueno relajarse, si es posible por medio de ejercicios adecuados de estiramiento o yoga, aquietando la respiración. Escuchar música suave puede también ayudar a ponernos "a tono" luego de un día agitado. Buscar un lugar silencioso, una silla o almohadón cómodos, que no nos obliguen a estar acomodándonos o moviéndonos a cada momento; el silencio del lugar, el respeto de los que comparten nuestro hogar por nuestro momento de silencio, el apagar el celular, etc.etc.
 
¡Parecen todas cosas obvias! Pero si no las tenemos en cuenta pueden impedirnos gozar de ese momento de cielo que experimentamos siempre que elegimos el silencio como modo de entrar en Comunión con el Espíritu de Cristo Resucitado.
 
Les mando un abrazo enorme,
 
 
Graciela Moranchel
 
 
Publicado por:
 

No hay comentarios: