18 abril 2012

Orígenes - inicio de la Oración - Lucía Gayón

Siempre me  ha causado una gran curiosidad imaginarme la primera vez que alguien hace algo totalmente nuevo.  Desde quién descubrió que las fresas (frutishas en argentino) saben rico y que son buenas para la salud, hasta las cosas que hacemos todos los días, producto de imitación - o cosas que descubrimos por primera vez.

Si bien los primeros cristianos sabían de la oración - pues los judíos oraban, algo debió haber cambiado en ellos en su forma de oración - o fue un proceso de mezcla de la oración judía a la oración cristiana.  Dentro de la oración de Cristo, algo cambia radicalmente, algo que ellos realmente no sabían.

El parámetro de oración de los judíos en el tiempo de Jesús era lo que aprendieron en su tradición - las oraciones en la sinagoga del Sábado.  Las oraciones de todos los días, que estaban muy centradas en el Torá y en las lecturas del Antiguo Testamento.
Pero me pregunto qué les habrá a ellos parecido cuando Jesús se retiraba a orar en silencio?  Supongo que esto les causaba curiosidad.  Tal es así que le preguntan a Jesús.  Y El entonces les enseña el Padre Nuestro.  Pero, habrá otras cosas de la oración que Jesús no les explicó?  O que alguien no anotó?  O que lo que les enseñó fue por experiencia (como fue toda su vida) y tal vez algunos de ellos aprendieron por imitación - como lo es retirarse y orar en silencio a solas.

Algo tuvo que haberles impactado en la forma en que Jesús oraba.  Tal vez ahí, algunos pocos, un pequeño forito de amigos, se lanzaron a orar en silencio, sin decir mucho sobre el tema. 

Orígenes aparece por ahí en el año 231, John Cassian unos 100 años más tarde (360 - 435 DC).   Esto es hace muchos años, pero también 231 años después de Cristo son muchos años!  Orígenes entonces ya escribe un Tratado de la Oración.  Entonces de alguna forma este conocimiento ya lo tiene él.  ¿Hubo alguna evolución en el proceso de Oración entre la Resurrección de Jesús y la aparición de los primeros místicos del cristianismo?

Obvio que hubo una evolución en la Oración judeo-cristiana.  Con la llegada de Jesús todo cambia.  Me pregunto cómo fue ese proceso.   La sinagoga se transforma en iglesia, el rabbi se transforma en el sacerdote, el Sabbath se convierte en la Misa Dominical.  Y la oración en silencio, dónde queda?

Ahora, pensando en los amigos y discípulos de Jesús al día siguiente de su muerte, qué estado mental y emocional tenían?  Tristeza, miedo, arrepentimiento - se fue el Señor - lo mataron, lo asesinaron.  Qué angustia podrían ellos sentir en esos momentos.  Tal vez no les quedaba otra que juntarse todos en la misma casa para consolarse.  Qué más hacer?  Orar?  Cómo orarían entonces?  Pues bajo su tradición.

Y entonces aparece Jesús resucitado!  Me imagino la alegría, la incredulidad, tan comprendida en Tomás, como nos lo relata el escrito que nos mandó hoy Imna.  Quién podría imaginarse que Jesús regresaría?  Nadie regresa, nadie resucita - solo El.

Ese volver a ver al Señor resucitado obviamente cambió la percepción de estos amigos de Jesús - y todavía más cuando Jesús les muestra al Espíritu Santo.  Qué transformación para ellos en la oración!

Jesús aparece, come con ellos, habla con ellos, pero de pronto desaparece.  ´¿Qué haríamos nosotros si hubiéramos experimentado esta escena?  Seguro que oraríamos en agradecimiento, cantaríamos salmos, manifestaríamos nuestra alegría!  Estaríamos estupefactos por haberlo visto - pero me costaría trabajo aceptar que se vuelve a ir.  Que montaña rusa de emociones, de visiones, de incógnitas.

Orar.

¿Pero cómo?  En alegría, en celebración, en petición, por inspiración... de tantas formas.  Buscamos la palabra para expresar esas emociones.  Es como aquí en México que han habido muchos temblores.  Todos sentimos el temblor, sin embargo, nos encontramos con otros y les preguntamos "sentiste el temblor", como si lo increíble no fuera creíble y tuviéramos que apoyarnos con el testimonio del otro. 

Siento, y si estoy en lo incorrecto, por favor corríganme... Siento que debió haber un pequeño grupo de personas, que tal vez no se conocían entre sí, que sintieron la llamada a orar en silencio - como recordando a Jesús que se retiraba a orar.  Tal vez no hacían gran labor de tratar de convencer a los otros de que oraran en silencio - como acallarlos cuando estaban estupefactos (con toda la razón) de ver a Jesús vivo entre ellos?

Son reflexiones sobre los orígenes de la Oración - con Orígenes, con Jesús, sus discipulos, que tan bien toman el rol de la humanidad - incredulidad creíble, emociones, pensamientos sobre lo nunca visto.  

Si 250 años después de Jesús ya hay un tratado sobre la Oración, algo tuvo que haber pasado en el inter - y algo ocurre también entre el 17 de abril de 2012 y 2012 años, 4 meses y 17 días atrás.  Algo que nos sostiene - el mismo Jesús de Nazareth - allá y ahora - accesible siempre - en nuestra oración de hoy.



Lucía Gayón


Publicado por:
http://www.permanecerensuamor.com/

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