La meditación es la prueba de que Dios está adentro...el amor y la verdad son las metas a que llegamos cuando hacemos de la meditación parte de nuestras vidas...es aprender a mirarnos de veras y ver la realidad de nosotros mismos buena o menos buena; ver ese Yo del cual necesitamos desprendernos porque está lleno de esos reflejos externos que opacan la imagen real: que somos obra de Dios y al El volvemos cada vez que miramos adentro!!. Un gran abrazo y un hasta luego....
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