23 julio 2014

La religión de la magia y la magia de la religión - Lucía



 


Mira intensamente esta imagen y todos tus problemas se resolverán y si no se resuelven, saldrás ligeramente mareado, señal de que algo grande viene para ti!.







Si estudiamos al ser humano de una forma antropológica, podemos observar que una de las condiciones que nos hacen humanos es el factor del miedo.



Tenemos miedo al futuro, a lo desconocido, a la muerte, a lo que no podemos controlar, a las fuerzas de  la naturaleza, a los otros y a Dios.



Para salir del miedo tenemos que agarrarnos de algunas tablitas de salvación. Una tablita de salvación es la magia.  La magia nos da cierto consuelo de querer remediar nuestros miedos.



En el desarrollo evolutivo del ser humano siempre ha existido la magia y las religiones han contribuido a ello porque estas tratan de temas como el misterio, la muerte, lo que no podemos controlar, ver o escuchar, así como el conocimiento y el desconocimiento de Dios.  Las religiones se buscan muchas veces para encontrar el elemento mágico que suprima o sosiegue nuestros miedos.



El hombre moderno, con toda su ciencia y tecnología, con su capacidad de comunicación y de educación, sigue temiendo y sigue buscando el consuelo de la magia.



Entonces no importa mucho si el consuelo mágico son los horóscopos, la lectura de cartas, las bolas de cristal, el estudio de los efectos de las energías para tratar de controlarlas y así modificar el presente y el futuro.  La magia está tan arraigada en el ser humano que hasta nos vestimos, perfumamos y maquillamos para crear un efecto mágico. 



En las relaciones de amor buscamos el elemento de la magia – para darle un sentido a la difícil aventura de que dos personas compartan su vida, sus miedos y sus placeres también.



De hecho la magia se puede encontrar , o podemos buscarla en las religiones y si estas no nos dan el consuelo esperado para quitar nuestros miedos, vamos en busca de la magia en otras formas .



Muchas religiones, con tan de conseguir adeptos y seguidores, hacen todo lo posible para ofrecer la magia de muchas formas.  Imágenes, estatuas, medallas, agua bendita, velas encendidas, altares, oraciones que prometen solución a los problemas, novenas, rosarios, sacrificios, etc - que se usan para fines egocéntricos.  Asimismo, cosas que dan poder – desde las fragancias, el manejo de energías, la decoración, los amuletos.  Ya en medios más “científicos” se utilizan otras formas de magia más sofisticados como la auto-sugestión o el auto-convencimiento.  



Algo especial pueden ser los cursos, retiros, asambleas, que prometen una transformación total – como el quitarnos nuestras adicciones y nuestros profundos miedos que incluso no podemos definir.  Basta con tomar 3 días intensivos y saldrá una nueva persona.



Reconocer que tenemos miedo es un paso muy importante para conocernos a nosotros mismos.  Reconocer que tratamos de suprimir el miedo a través de todas estas cosas que menciono, es un paso valiente.  Querer de todo corazón dejar de buscar paliativos contra el miedo, que son  temporales y  superficiales, es aprender a tomar acción bajo una mirada de aceptación.



La meditación cristiana es una disciplina que nos crea el hábito de utilizar una palabra o frase sagrada y repetirla intensa e insistentemente.  No como una palabra mágica que resolverá nuestros miedos, sino como un palabra que nos permitirá aquietar nuestra mente para, no solo evitar seguir alimentando los miedos, sino para vernos tal como somos – hijos preferidos de Dios, amigos íntimos de Jesús, colaboradores con el Espíritu Santo.  Este es el camino de la verdadera liberación.



En nuestra condición humana no es posible liberarnos totalmente de nuestros miedos, pero si podemos reconocerlos cuando estos aparecen, ya tendremos un paso de crecimiento y podremos poco a poco degustar el sabor de la liberación.   



Podremos incluso ver la magia con perspectiva, como algo que  nos ha acompañado en este camino, como el consuelo temporal que es.  Cuando hemos experimentado el Amor de Dios en nuestro corazón, podremos también ver la magia como una parte de nuestro desarrollo– el cuál sirvió como un escalón al encuentro del Amor.



Lucía Gayón



Publicado por: www.permanecerensuamor.com
 

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