El Papa Francisco está en tierra americana, muchas de sus palabras me
suenan a meditación, a nuestra oración contemplativa. Cuando dice que no
hay que ocultar a Jesús pienso en el regalo compartido, en dejar que
salga en nuestras actitudes, en nuestro hacer cotidiano, en el compartir
con otros: niños y adultos, aún cuando somos mirados de manera extraña,
como seres que caminan por fuera, al borde del camino.
Salir a la
calle es sin duda llevar el mensaje de Jesús vivo. Ser creyentes y ser
creíbles. Que nuestro silencio sea el testimonio que dice todo, porque
Él está en nuestro corazón. Se hizo carne en nosotros su
mensaje...perseverar, no perder la esperanza, dejarnos sorprender por
Dios, vivir con alegría. Es un hermoso resumen de lo que es en mí la
meditación de cada día. Frente a la vida con todas sus situaciones y
circunstancias detenernos para escuchar, escuchar en el silencio divino,
escuchar para tender puentes, para acortar distancias, para renovar el
corazón, escuchar para ser yo en el otro, yo en mi hermano. Conmovernos
frente al prójimo, tomar su cruz como un cireneo;, dar, ofrecer una
palabra, un tiempo, una caricia, una sonrisa, dar lo que "según sus
posibilidades y conforme a los tiempos" nos toque dar, con misericordia,
por solidaridad...por Amor.
Y así nuestra meditación cotidiana estará
VIVA, será semilla fértil, será Dios en nosotros de manera real,
práctica y no solo teoría. Esta semana de la juventud me tiene
extasiada, me hace sentir joven (aunque mi calendario personal dice otra
cosa) y renueva mi compromiso. Una vez más siento que la meditación es
revolucionaria, es una revolución del corazón que nace del silencio, ese
silencio que deja espacio a Jesús en todo, en todos, hoy y siempre. Que
genera una nueva forma de vida con fe y alegría, con calma y ánimo. Que
nos despierta a la Verdad. Que mueve todo lo dicho, todo lo aparente,
todo lo superficial. La meditación nuestra es quizás la más antigua
tradición cristiana que hoy nos sacude, nos cala profundo y nos obliga a
revalorizarla, a estar atentos para mover los corazones y crear una
nueva época para que todos seamos UNO solo, todos en ÉL.
Griselda Fulfaro
Publicado por:
www.permanecerensuamor.com
MEDITACIÓN CRISTIANA, CAMINO A LA ORACIÓN CONTEMPLATIVA. La Meditación Cristiana es un camino a la Oración Contemplativa que nos lleva al encuentro personal con Cristo en nuestro corazón. Estamos llamados a hacer este descubrimiento que es el mismo que de tantos santos. Es una disciplina centrada en Cristo que requiere lealtad, compromiso y Amor. Estás invitado a compartir el regalo de tu experiencia - nos encantará leerte! Manda tu escrito a: lucia@permanecerensuamor.com
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