La palabra que me resultó clave para enlazar los 2 textos es "armonía". Sentí una vez más el llamado a vivir en armonía; y en mí hizo sentido una experiencia más completa y más amorosa que aquella de 'equilibrio' que muchas veces impera. En realidad lo importante no son las palabras, la nominación linguística sino "esa" realidad a la que apuntan, pero justamente mi deseo de vivir en armonía es Su deseo; y por mi parte comprendo que para lograrlo estoy invitado a regresar al centro, a la experiencia/viviencia real del Reino en mi interioridad, en mi ser.
No se trata de 'pensar' un equilibrio que a grosso modo facilite las convivencias con los otros, los hermanos, las circunstancias, etc; un equilibrio que se relaciona con la yuxtaposición de intereses y demandas en espera de ciertas fórmulas que nos van precisamente: equilibrando. Eso para mí es más de lo mismo que no tiene mucho futuro. Pero distinto me resulta ser llamado a la armonía, a vivir desde Dios, por lo tanto en su Amor, Conciencia y Misterio, y desde allí casi casi crear armonía -siempre con otros, con la vida real, concreta, esa que es ahora-, también a crear paz sin la cual obviamente no hay armonía. Claro que al hablar de paz es bueno recordar a Gandhi cuando decía algo así como que "no hay caminos para la paz...la paz es el camino"; pero esta paz hay que escribirla con mayúsculas -Paz-, porque es la experiencia que nos revela otra realidad, la Paz que ya nos trascendió, que ya nos conduce...que me hace vivir de nuevo en la armonía que siempre busco...allí donde realmente soy como Él me quiere.
Desde esa Armonía mis saludos para todos
Eduardo de Quito Ecuador en la Mitad del Mundo
Publicado por:
www.permanecerensuamor.com
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