Vuelve
a tu palabra sagrada sin pesar por qué lo hiciste, cuántas veces te has
distraido, que no vas a poder mantener la mente cenrada, etc.
Simplemente respira y vuelve a comenzar con Maranatha
sin ningún tipo de juicio o etiqueta para tu distracción
.
Tómalo
positivamente, porque el hecho de que hayas sorprendido a tu mente
divagando implica que estás tomando conciencia de cuándo actúa por sí
sola y se va de donde la quieres tener. Cada vez que vuelvas a tu
palabra sagrada ejerces tu libre albedrío y lo fortaleces. Maranatha es
un ancla para volver a tu punto neutro y entre más veces vuelvas a
anclarte más fortaleces el
músculo.
Ninguna
meditación es igual a otra. Unos días uno está ansioso como estás hoy,
pero fíjate y verás que también a veces estás eufórico y tu mente se va
pensando las cosas buenas que puedes lograr. Ni lo uno ni lo otro es
bueno ni malo, simplemente demuestran que tu mente ha tomado el control
de qué tipo de pensamientos producir.
Para
enseñarle a la mente que el que manda eres tú, lo único que tienes es
que volver
a tu mantra de la misma forma en que tomarías de la mano a uno niño
cuando va caminando en zig-zag para ayudarlo a caminar recto.
Publicado por:
No hay comentarios:
Publicar un comentario