Me
pregunto qué son realmente esos estados de angustia que vivimos y ¿qué
ocurre cuando estamos angustiados? Creo que la angustia nos petrifica,
nos amarra y nos congela.
Es normal que existan momentos de miedo, de
desconcierto, de sorpresa - pero me
parece que la angustia es una emoción que dura mucho y que a veces nos
hace esclavos. Nos volvemos seres angustiados! Y lo peor de la
angustia es que nos angustiamos de pensar que haríamos si dejáramos de
estar angustiados. Significa acaso que ya no nos interesa la persona
sujeto de nuestra angustia?
Si
tú tuvieras un problema, y tu amigo te dice que está angustiado por tu
problema ¿cómo te ayudaría? Tal vez tu problema se complicaría pues
ahora tendrías que hacer algo más para quitarle la angustia a tu amigo.
Creo
que habría que buscar un camino que trasciende la angustia y creo que
ese camino es el de la empatía. Cuando practicamos el don de la
empatía, damos un paso positivo hacia el otro o hacia nosotros mismos.
En el movimiento a la empatía, comprendemos al otro, nos ponemos en sus
zapatos y de ahí lo acompañamos. Tal vez no le resolvemos su problema,
pero estamos con él.
Lo
mismo se aplica para nosotros, cuando tenemos un problema o estamos
trabados, o incluso, angustiados. Si nos angustiamos por nuestra propia
angustia, caemos en la depresión pues estamos doblemente congelados.
Pero si nos movemos a la comprensión de lo que nos angustia, podemos
salir de la misma y también podemos salir del problema.
La
meditación cristiana nos ayuda a practicar cada día el arte de la
quietud – lo que significa que dejamos de pensar y de alimentar nuestras
angustias, aunque sea en los breves momentos que repetimos nuestra
palabra sagrada. Ese práctica constante nos va abriendo una rendijita
de confianza en Dios, una rendijita que cada vez se hace más grande,
pues una vez que vemos el poder de su Amor, surge en nosotros la alegría, fluye como agua fresca y vivificante.
Lucía Gayón
Publicado por:
www.permanecerensuamor.com
MEDITACIÓN CRISTIANA, CAMINO A LA ORACIÓN CONTEMPLATIVA. La Meditación Cristiana es un camino a la Oración Contemplativa que nos lleva al encuentro personal con Cristo en nuestro corazón. Estamos llamados a hacer este descubrimiento que es el mismo que de tantos santos. Es una disciplina centrada en Cristo que requiere lealtad, compromiso y Amor. Estás invitado a compartir el regalo de tu experiencia - nos encantará leerte! Manda tu escrito a: lucia@permanecerensuamor.com
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