Yo no se como se arreglan las personas, pero en mi caso la meditación y
la contemplación me resultan indispensables como herramientas para
encontrar mi vida y mi oración. Creo que la vida de aquel que la
encuentra, siempre es como la del sembrador, de una sola semilla semilla
crece una planta y de esta salen montones de semillas, que a su vez
serán nuevas plantas con millones de semillas.... o sea, vida abundante y
plena como dice Jesús.
Cuando no encuentro mi vida, selecciono
mal las semillas y siembro cualquier cosa o fuera de época y nada brota
o simplemente me meto las semillas en el bolsillo por no saber que
hacer con ellas, y aquel campo que tendría que ser verde y rico, es solo
tierra siempre virgen. Estamos tan dormidos aveces que sembrando
semillas de lechuga esperamos recoger naranjas, o simplemente sembramos
naranjas y las descartamos por que no son ciruelas o no importa lo que
hagamos pero nunca termina en abundancia y plenitud.
Encontrar
mi vida es reconocer mis cambios internos y los cambios de todo lo que
surge en el lugar en donde me desarrollo. El conocerse así mismo es
siempre dinámico, por eso se hace indispensable la auto observación y la
atención, facultades que se despiertan naturalmente en el simple
ejercicio de la meditación.
Encontrar mi vida es también estar
dispuesto a la oración constante. Esta es el aire que respiramos a cada
instante, sin ella es imposible. Nuestra capacidad mental tiene una
perspectiva tan limitada a lo superficial que jamás podríamos sacar vida
de ella. Solo en lo profundo de la humilde relación posible con Dios en
la oración silente, como si fuese un hilo conductor re sensible y
vulnerable a todo, hace que la vida sea vida. Cuidar este estado de
disponibilidad constante es asegurar nuestra supervivencia.
Si
estamos despiertos veremos que la semilla nunca la elegimos nosotros,
nuestro límite humano no lo permite, sino que siempre es a través de la
Gracia de Dios que viene y llega a nosotros, por lo tanto, cada tiempo
trae la semilla correcta y siempre es fecunda si la siembro.
Adrián José
Publicado por
www.permaencerensuamor.com
MEDITACIÓN CRISTIANA, CAMINO A LA ORACIÓN CONTEMPLATIVA. La Meditación Cristiana es un camino a la Oración Contemplativa que nos lleva al encuentro personal con Cristo en nuestro corazón. Estamos llamados a hacer este descubrimiento que es el mismo que de tantos santos. Es una disciplina centrada en Cristo que requiere lealtad, compromiso y Amor. Estás invitado a compartir el regalo de tu experiencia - nos encantará leerte! Manda tu escrito a: lucia@permanecerensuamor.com
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