Como le
gustaría al Maestro Jesús que todos fuésemos UNO como lo es EL con su Padre. Así
lo manifestó en la Oración al Pueblo Santo como sumo y eterno sacerdote.
Evidentemente, esto implica que todos nuestros actos sean totalmente
cristianos, según nos lo dejo expresado en las Bienaventuranzas. Estas reflejan
el Modelo de vida que debe seguir todo cristiano.
Si hacemos
esto, es que amamos a Dios y a nuestro prójimo. Claro está que en una pequeña
reflexión no es posible cubrir todo, pero a veces una pequeña reflexión dice
mucho.
A Dios no
se le buscan defectos, sino que aceptar su santa voluntad es someterse a su
sabiduría divina que es perfecta. Por ejemplo, un solo arrepentido produce más
fiestas en los cielos que 99 justos. Esto hay que entenderlo y creerlo.
Hay que
creer para entender y hay que entender para creer.
Trascender
en este mundo es difícil, sin embargo, la oración, nuestras caridades, dar bien
por mal, amar a tu enemigo, el desapego a las cosas materiales, la
mortificación, el sufrimiento, que no te roben la esperanza, no robar
esperanzas, que no te roben tu espiritualidad, entender en que consiste la recompensa
celestial, mantener la paz en la conciencia, combatir el mal con el AMOR, que
la miseria y la criatura se consuma y que permanezca solamente Dios, son dogmas
espirituales que nos pueden permitir mantenernos cerca de Dios y estar en
fiesta con el Maestro Jesús.
El Plan de
Dios se viene entendiendo según la iluminación que vayamos obteniendo de
nuestras acciones para con Dios y nuestro prójimo. En cierto momento se llega a
sentir el paraíso internamente, pero estamos en este mundo y como la cruz del
Maestro Jesús es el servicio, así nosotros debemos intentar mantenernos en el
servicio continuo a nuestros hermanos: Pobres, Desamparados, los que están en
prisión, los enfermos, la evangelización, la lucha contra el mal (Efesios 6:),
para estar en unidad con el Maestro Jesús y con Dios.
No debemos
de olvidar que estamos contaminados por este mundo y que la Ley del Perdón
debemos usarla como todos los días que nos bañamos. Con ella, tocamos la puerta
de la tienda del Maestro y pidiendo la intercesión de Nuestra Madre Santísima,
podemos continuar trabajando para Dios.
Los medios
materiales nos lo proporcionan desde el cielo por lo que esto no debe
preocuparnos, aunque si debemos poner de nuestra parte.
Que Dios
nos Bendiga Amada Lucia.
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