Salvemos la Navidad!!
Publicado en diario Norte el 19-12-13
A lo largo de los siglos, el pueblo de Dios ha tenido
la tentación de caer en la idolatría. En el siglo XXI la historia se repite;
hay tanta oscuridad en los corazones que es difícil encontrar el camino hacia
la luz y muchas veces, en nuestra
flaqueza de espíritu, creemos encontrar la solución en las propias oscuridades
mundanas.
Todos los años, ya noviembre avanza con sus luminarias
y colores enmarcando una publicidad que va
creciendo aceleradamente hasta convertirse en un verdadero acoso para el
corazón y la mente; con tanto ruido y embotamiento el discernimiento queda
relegado por no decir despreciado en un cesto. Así podemos observar, con
tristeza, cómo el deslumbramiento hace su enganche anhelado con tantos
corazones débiles que depositan su identidad a todo lo novedoso, colorido y
tecnológico. Las calles se vuelven hormigueros en el ir y venir apresurado,
contrareloj cargando regalos, comidas y bebidas.
Es común oir de muchas bocas “la magia de la Navidad”, y cuán
equivocados están porque la
Navidad no es “mágica”, la Navidad es concreta, un hecho tan real que
permanece desde hace más de 2000 años, y perdurará.
Tampoco es magia lo que nos presentan las luminarias
de los escaparates. Ese señor bonachón, de barba blanca y mofletes rosados, ¿cuál
es su magia?... ¿acaso la de vestir tan abrigadamente para nuestro calor?
No, no es magia; en todo caso es un personaje
importado para traernos en cada Navidad
su mensaje de consumismo. Arriesgo algunos contrastes:
La
Navidad
consumista:
·
es
mensaje para los adinerados que ponen en el dinero su salvación y poder. El
dinero nace, renace y se multiplica porque hay que gastarlo en regalos, grandes
comilonas y abundantes vinos.
·
en
su mensaje está la imagen de Jesús pero sólo como decoración porque el poder lo
tiene ese señor vestido de rojo llamando al consumismo con su voz hueca
(ho,ho,ho)
·
su
mensaje es consuelo mundano para empacharnos de palabras no significativas.
La
Navidad
cristiana:
·
Jesús
es la Buena Noticia
de Dios para los pobres. De hecho, el primer anuncio les llega a los pastores.
Jesús nace pobre rodeado del amor de María y José.
·
Jesús
es la Buena Noticia
para la Humanidad.
·
Jesús
es el Centro de la Navidad Cristiana.
Él es la Justicia,
el Consuelo de Dios y la Paz
verdadera.
Estamos a tiempo de salvar la Navidad,
que no nos la roben. Que nuestra
actitud para ella sea el comienzo de una nueva vida; hagamos uso de la empatía para que nuestra caridad y
generosidad llegue a todas las mesas de
nuestros hermanos necesitados. Ellos son los verdaderos elegidos.
De hinojos, con sinceridad y mucho amor, glorifiquemos
al Niño Salvador que desde su pesebre nos mirará a los ojos y nos sonreirá.
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