Lo que describe el título de la pregunta me ha ocurrido literalmente en un par de ocasiones.
Y la verdad es que mi primera reacción es de desconcierto y desánimo.Despues aparece lareflexión,el examen y la aceptación de lo ocurrido,con la lección correspondiente incorporada. Sin humildad,paciencia y constancia es imposible caminar por una senda plena de justificaciones,comodidades, incomprensiones y relativismos.Creo que se trata de hacer lo que corresponde(compartir,ayudar,explicar,transmitir),pero sobre todo dando ejemplo de sencillez,bondad y claridad,sin esperar nada a cambio,sin creer que tendremos recompensas de algún tipo.En todo caso´, debemos aceptar al otro y aproximarnos a él de la manera más respetuosa y compasiva posible,procurando que nuestras palabras dejen una huella,un recuerdo de bondad y sencillez que permita avanzar por esecamino dia a dia y sin grandes planes.
Todo ello me ha enseñado a valorar y proclamar mi profunda admiración y respeto por las personas que,de una u otra forma,dedican su tiempo o parte de el a ayudar,consolar y comprender a los demásen lo que necesiten.No hay nada que me parezca más cristiano y que dé mejor testimonio de quien lo es,que eso mismo. Es una de las facetas que más enraizan con la doctrina de Jesus que eso.
A mí me queda un largo camino por recorrer en todo esto.Estoy en los primeros y vacilantes pasos.
Un abrazo para todos Vds.
Eduardo Silva Martiño
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