Cuando inicié este camino, quería yo aprender a meditar. Pasado algún tiempo podía yo meditar o meditaba cuando podía. Hubo tiempos en que tenía yo que meditar. Actualmente estas 3 acciones vienen y van pero descubro una que creo que se da solo por la Gracia de Dios - es el anhelar meditar.
El camino ha sido marcado por un "querer", por un "poder", y por un "tener". Pero por la Gracia de Dios he vislumbrado también lo que es anhelar meditar.
Anhelo la meditación, como anhelo el Amor, más que satisfacer una necesidad; anhelo el silencio y la quietud, anhelo ver como lo que hace ruido en mi vida va calmándose justo como cuando el agua queda quieta y se puede vislumbrar el reflejo del misterio.
Esto ocurre inesperadamente - unos fulgores de claridad - muchas veces pasan rápido y quiero atraparlos. Pero sé que los tengo que dejar ir - como cuando aprendo a dejar ir, incluso, la señal del Amor.
Cito el poema "Eternity" de William Blake:
´He who binds to himself a joy
Does the winged life destroy
He who kisses the joy as it flies
Lives in eternity’s sunrise´
Lucía Gayón
Publicado por:
www.permanecerensuamor.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario