Hace unos años, antes de aprender a meditar, le hubiera yo contestado ya sea con enojo, con una actitud de prepotencia, o lo hubiera yo tratado de convertir.
Hoy quizás le haría preguntas para encaminarlo a reconocer que Dios es más que nuestras creencias. Dios no es consecuencia de lo que creemos - el creer en El no limita su existencia.
Si le hiciera preguntas, cási seguro que me dará argumentos mentales sobre la imposibilidad de "probar" la existencia de Dios, que Dios es un invento de algunos, etc.
Le preguntaría si él ha experimentado el Amor - y trataría de explicarle que la meditación es una forma de descubrir y alimentar el Amor que está guardado en algún lugar de mi ser.
Es de comprenderse que algunas personas tengan un concepto negativo de la palabra "Dios", porque aprendieron de otros algo que no es dios. Sería difícil cambiar esa perspectiva e identificación del nombre.
Pero el concepto Amor creo que es más aceptado y todos lo buscamos o lo hemos experimentado.
Lucía Gayón
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www.permanecerensuamor.com
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