27 septiembre 2011

Enseñarnos a amar - Antonio Quijada

Muchas gracias, Lucía por sus mensajes.  Creo que es muy verdadero que Jesus, Nuestro Señor vino a este mundo con la condicion  de enseñarnos a amar y por eso nos dejo el mandamiento mas importante,que nos amemos unos a los otros.  Los mensajes que lei de los hermanos son mucha ayuda para comprender más acerca de el reino de Dios.  Lo más que practico meditar, mas me amo asi mismo y al mismo tiempo amo a los demás.  Como lo dicen los hermanos en Cristo, es un regalo de gracia.  Me ha tomado tiempo escribir mensajes pero gracias de nuevo.

Antonio Quijada

Ser uno con Dios - María Alejandrina

Todos anhelamos ser uno con Dios...y no nos damos cuenta de que ya lo somos. Dios nos habita, pero a veces somos nosotros los que lo sacamos de nuestro interior.


En todas las épocas y en todas las culturas hubo deseos de encontrarse con el Creador y fusionarse con Él. Yo, particularmente, siento que soy unidad con Él cuando amo a los demás sin esperar nada a cambio, cuando ayudo sin sentirme con eso más que el resto y cuando disfruto con agradecimiento de todo lo que el Señor ha dispuesto de regalo, de don hacia mí....A veces me alejo de Él, pero Él no de mí.


María Alejandrina

25 septiembre 2011

Integración - Flor Yaneth Aguirre Medina

Mi experiencia de meditar es para mi mas que un regalo, es una gracia de Dios.   Para mi conocer este camino me ha hecho crecer como persona y espiritualmente.
MEDITAR, es adentrarme despojada al misterio de Dios, experimentar su presencia, su Reino dentro de mi, sé que yo NADA PUEDO, la paz y armonía interior que hay en mi, el descubrirme que puedo amar MAS en Dios a todas las personas que estan a mi alrededor  y toda la humanidad - eso es maravilloso.
Lo mas maravilloso es que conozco más al Señor mi Dios, en el silencio me siento amada por El y puedo amar, me siento más integrada, y eso no se puede comprar  con el oro de este mundo - es don y gracia de EL.

24 septiembre 2011

Conocimiento amoroso - Martín Mardeus

Al meditar dos veces al día,logramos equilibrar lo cotidiano con el espíritu.  Separamos la paja del trigo,no en términos de juicio,sino para elegir lo que más nos conviene para nuestro avance espiritual.  Entramos en nuestro corazón donde mora el silencio,que trasciende toda lógica y especulación mental.  Este silencio profundo nos prepara para entrar en comunión con la Presencia del Dios Amor.  Este es el conocimiento amoroso que trasciende a nuestro proceso mental,que deforma las cosas.  Los sabios cabalistas,relacionaban las letras con valor numérico (gematría), las palabras con igual gematría se contienen entre sí.  Esto pasa con  las palabras: Ahavah (amor) y Ejád (unidad).  Ambas suman trece,por lo tanto se relacionan el amor con la unidad.  Sabemos que cuando juzgamos,dejamos de amar,y nos separamos de la unidad de todas las cosas . Es una alegría encontrarlos.

Martín Mardeus

21 septiembre 2011

Me siento aceptada y amada - Carmen Martorella

Al meditar siento que se atemperan mis impulsos, mis inquietudes, y me pongo en presencia de Dios. Hago a un lado temores o cualquier otra forma de resistencia, dispuesta a ser herramienta de lo que desea que se haga por su Santa Voluntad  con mi participación. Me siento aceptada y amada por mi Creador y mi Redentor y en ese sentimiento descubro que todos los demás hombres del mundo, son igualmente amados y aceptados por el Señor.

19 septiembre 2011

Experimentar el misterio de Dios - Graciela Moranchel

´Meditar significa para mí encontrar ese lugar profundo en mi interior donde se unen el Espíritu de Dios y mi propio espíritu. Es "experimentar" el Misterio de Dios, la Vida Plena que Cristo nos regala, y saber que la puedo vivir ya, ahora, aquí, en el momento presente, aún antes de pasar por la muerte. Meditar es conocer las realidades del Reino, pero desde el corazón, no desde explicaciones teóricas. Es bucear en mi interior para encontrarme con Cristo y permanecer en Él, en el silencio. Meditar es rezar sin palabras, poniendo todas las cosas que deseo en la dimensión de Dios, pero sin pedir nada, con la confianza absoluta de saber que el Señor sólo quiere nuestra plenitud, nuestra felicidad, y que las cosas negativas que me puedan suceder, jamás son Su voluntad, porque Dios es Amor (1 Jn 4, 8). Meditar es dar un lugar central al "silencio" en mi vida, como la posibilidad privilegiada de poder "escuchar" a Dios en el interior de mi conciencia, quien desde esa quietud callada nos habla mejor que mil palabras´.

18 septiembre 2011

Abandono en Jesús - Fina Becerra

´Abandonarme toda, en mi pobreza, dejarme invadir por EL, JESÚS, y entregarme al PADRE, en la medida que su AMOR realiza en mi su invasiòn y mi donaciòn.....puesto que yo sola no puedo,no soy capaz de NADA.....

Solo eso ...sobre todo me gusta la idea de poner mi pobreza en EL ,y dejarle hacer....lo que quiera !!!!  A veces es solo volver y volver dejando la mente... pero, estoy tranquila porque pienso que El ve  "hasta los mas secretos deseos nuestros" , entonces, tranquilos!´

17 septiembre 2011

Sanación - Juan Martín Baranovsky

´Mi nombre es Juan Martín Baranovsky, vivo en San Salvador de Jujuy, soy discapacitado motriz, padezco de una miopatía congénita de ´Central Core Disease´. estoy en silla de ruedas y con muchas dificultades para trasladarme solo fuera de mi hogar, gracias a Dios cuento con muy buenos amigos que me ayudan incondicionalmente.

Meditar para mi es una terapia super saludable, un eficaz remedio para el alma, no solo me conecta con Dios, sino que me ayuda recuperar mi paz mental dandome un equilibrio y  armonia interior, sanandome en cuerpo y alma.

Cada mañana al despertar, a medio día y por las noches son mis momento especiales para agradecerle a Dios el don de la vida. Los mensajes semanales son un poderoso refuerzo que dan mucha energias para toda la semana, purifican y alimentan. Gracias Dios por crear gente linda y  buena que los envían, bendice por siempre su servicio y entrega´.

Juan Martín Baranovsky

Unidad Interior - Ana Inés Privitello

´Medito para descubrir mi unidad interior. Ser una en cuerpo, mente y  espíritu, ser en Cristo y con Cristo parte de un solo cuerpo. En este, a  veces angosto camino a mi ser perfecto, mi humanidad se me aparece constantemente de formas diversas: pensamientos, recuerdos, sentimientos,  ideas... pero no estoy sola, el mantra me reclama, me marca el sendero, lo  ilumina y me acompaña: solo tengo que decirlo´.  

Ana Inés Privitello