La Cuaresma es el tiempo de desechar aquello con lo que cargamos - muchas veces por costumbre - seguimos amarrados a cosas que ya no nos sirven, a situaciones que nos dañan, que nos estancan y que se han vuelto conflictivas. Nos causan miedo e inseguridad y vamos cargando mochilas llenas de piedras que nos causan sufrimiento innecesario. No vemos que son solo piedras y que no las necesitamos.En la Cuaresma dejamos a un lado esa mochila para vivir con más compromiso nuestra disciplina de silencio y de de interioridad: de oración, de ayuno (como un símbolo de auto-control y de trascendencia) y de limosna (como un símbolo de entrega al otro).
Nos hemos acostumbrado a cargar mochilas y toma valentía dejar de hacerlo. Los primeros días extrañamos el bulto pesado, pero poco a poco, vamos descubriendo una nueva libertad, vamos sintiendo la frescura y la ligereza de un nuevo comienzo.
La Cuaresma nos prepara para vivir el Misterio Pascual. La vida, muerte y resurrección de Jesús se hace en nosotros como nuestra vida, muerte y resurrección se hace en Jesús. Es un proceso de liberación, un caminar hacia la Tierra Prometida sabiendo que vamos para allá y que el allá es aquí en el eterno presente de la Pascua de Jesús.
Lucía Gayón
Publicado por:
www.permanecerensuamor.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario