“Buscad el Reino de Dios y su justicia y lo demás se dará por añadidura” (Mt. 6,33)
“Pueden comer de todos los árboles del jardín, mas del árbol de la ciencia del bien y “
“del mal no comerán en modo alguno, porque el día que lo comieran, ciertamente”
“morirán” (Génesis 3,9)
¿Eran Adán y Eva libres en el Paraíso? Esta es mi primera pregunta en la reflección hacia el porque de la meditación.
Sentarme cómodamente en el silencio de un rincón confortable en mi hogar y repetir mi Mantra por una determinada cantidad de tiempo, para luego no alimentar mi cuerpo con nutrición, ejercicio y descanso y mi mente con la Oración, Me imagino lo mismo que vivir en el Paraíso y comer del árbol de la ciencia del bien y del mal.
El Paraíso, es el lugar donde pienso encontrar “la Libertad”, pero como todas las cosas sublimes, requiere de algún esfuerzo y “La Libertad” más que esfuerzo, requiere sacrificio.
De tal manera que a la libertad solo llegaré guiado por un sacrificio, que no puede ser otro que el realizado por Amor y si Amar significa querer con devoción, adorar; siempre el amor será por algo o por alguien y si no estoy en armonía, en amistad con ese algo o alguien ¿Cómo seria posible amar? ¿Cómo seria posible querer con devoción?
Entonces para poder amar debo necesariamente estar en Paz con ese objeto de mi amor.
El amor y la paz me llevaran a la libertad del reino de los cielos que como lo expreso Cristo Jesús esta en nosotros.
A la libertad llegaré por el camino del amor y de la paz, porque amar es un aprendizaje y la paz se manifiesta en la felicidad de amar. Sin experimentar el amor en mi propio ser, mi espíritu no experimentara la paz.
Pero del amor a la libertad hay un camino de sacrificio y son esos sacrificios que invaden todo mi ser de paz.
Choppen se sacrificó en el piano y el estudio de la música para tener la libertad de crear la música que regalo al mundo.
Los que no tenemos la iluminación de virtud alguna, podemos llegar al amor y a la paz por medio de la relajación y a un instante de libertad por medio de la meditación.
En la relajación que experimento en la oración busco encontrarme con el amor de Dios y la paz que Cristo nos dejo y en ese amor y en esa paz es que por añadidura encontraré y experimentaré la felicidad de la libertad.
Insistamos en el esfuerzo de meditar y orar.
Norberto Díaz
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