23 mayo 2012

Mi Vocación, en Familia - Griselda Fulfaro

A todos mis amigos y hermanos: me he tomado el tiempo para leer sus expresiones
acerca de la vocación...Lucía, impresionante lo tuyo; me seduce tu valentía y
espontaneidad.


Debo confesar que a la hora de arriesgar, me aparecen los miedos. Nunca fui muy
valiente. Pero hace más de 30 años hice una apuesta que se convirtió en mi
verdadera vocación. Con 20 años decidí formar una familia. Hoy, digo con todo
orgullo que volvería a hacer esa misma elección. También soy docente, pero
cuando nació mi hija mayor, cambié el salir de casa por quedarme en casa. Mis 3
hijos son muy seguidos, nacieron en el /82/83/85. No me quedaba demasiado tiempo
para mucho más. Ellos me fueron dando la oportunidad de crecer como mamá y como
persona. Claro que también contando con la presencia de un marido muy
compañero...Hoy miramos a nuestros hijos adultos y sonreimos porque el "equipo"
que formamos tuvo buenos resultados. No faltaron los inconvenientes, el poco
dinero, los anexos familiares, las pérdidas; pero SIEMPRE estuvo al abrazo de
Dios, las bendiciones en forma de amigos (esos ángeles que nos acompañan) y esos
milagros cotidianos que nos fueron forjando en quienes somos. Mi vocación...es
mi familia; la que aprendió a abrir el corazón para alojar al visitante cuando
pasa por Bs. As. y sabe que siempre tiene lugar en casa; mi familia: la que
recibe al que necesita una palabra de aliento; mi familia: la que escucha al
afligido y ofrece un abrazo...y un lugar en la mesa los domingos o Pascua o fin
de año...


Esa es mi vocación, mi entrega, dar lo que soy empezando por mi familia. Una
palabra, un silencio, un abrazo, un mate, un poema o una canción. acompañar con
lo que tengo, con mis debilidades y mis errores. Muchas veces, me encontré
buscando realizar "LA VOCACIÓN", y caía en vacíos vacilantes; me decidí a
estudiar en la universidad a los 40 años, pensando que por ahí encontraba eso
que me faltaba...Hasta que mediante el silencio de la meditación, descubrí que
más allá de cualquier título y cuadro de honor, que más allá de los logros
alcanzados para afuera, mi verdadera vocación estaba delante de mis ojos, todos
y cada día de mi vida sin que yo me hubiera dado cuenta. Creyendo que porque no
hacía mucho ruido era menos importante...

Desde este sencillo lugar creo que cumplo con lo que Dios me pide a diario,
aprendiendo, aceptando, escuchando y sobre todo amando...

Ser ama de casa es mi vocación.
Un abrazo enorme,


Griselda Fulfaro


Publicado por:
http://www.permanecerensuamor.com/

No hay comentarios: