30 mayo 2012

¿Se puede hablar de una vocación real que se establezca al margen del Amor? - Eduardo

Yo pienso que no porque decir vocación sugiere un llamado: ¿a qué, hacia donde me siento/me pienso apelado e interpelado? La vocación es para mí la relación que desarrollo con el llamado, el cual no puede sino provenir del Señor y del prójimo, compañero de existencia. Es también un llamado a transformarme cada vez más en persona, disolviendo el pequeño yo. El devenir persona a imagen de Dios y orientado hacia el hermano no puede sostenerse sino es en el Amor. Quizá podríamos imaginar un conjunto de "vocaciones" -así con comillas, es decir vocaciones menores-, movilizadas por intereses y motivaciones más egóicas, pero que justamente por carecer de la piedra angular del Amor se vuelven insostenibles. Pero la verdadera vocación, aquella que nos impele desde dentro y hacia la comunión fraterna, sea en el campo que sea, en Espíritu y verdad, es el mismo misterio del Amor: inefable pero vivo, permanentemente llamando, interpelando, invocando.


Eduardo

Publicado por:
www.permanecerensuamor.com

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